La "Liga de las Estrellas": un "pan y circo" ruinoso que sobrevive sostenido por las Instituciones

Los clubes adeudan 2,7 millones a los jugadores

Entre los equipos denunciados está el Real Madrid

 

J. M. Merino | 13/12/2007

Los clubes profesionales adeudan 2,7 millones de euros a sus jugadores, según las denuncias presentadas por los futbolistas a la AFE en el mes de diciembre. La temporada pasada, en este mismo periodo de tiempo, la deuda era de 715.000 euros. En Segunda División B el montante asciende a 1,8 millones de euros, 1.140.000 más que la reclamación de la temporada anterior. El cómputo global de morosidad entre todas las categorías se eleva a 4,5 millones de euros. La deuda, dentro del apartado correspondiente a la Liga de Fútbol Profesional, se reparte entre diez clubes, uno de los cuales es el Real Madrid. De ser confirmadas las denuncias por las comisiones mixtas Federación-AFE y Liga-AFE, que se reunirán los próximos 19 y 20 de diciembre, los clubes serán suspendidos de sus derechos federativos hasta que no satisfagan sus deudas, lo que implica que no podrán realizar fichajes durante el mercado invernal.

Esta cifra constituye el récord de morosidad de este periodo, lo que ha levantado las alarmas en el sindicato de futbolistas. En caso de que a final de temporada no fueran abonadas estas cantidades los clubes morosos serán descendidos de categoría.

En julio de 2007 la deuda fue de 14 millones de euros en las divisiones profesionales. En total se presentaron 161 demandas contra diecinueve equipos. Cuatro de ellos (Celta, Elche, Hércules y Valladolid) evitaron el descenso el último día.

Los usos de la ley concursal

El Alavés fue el único equipo que no saldó su deuda la temporada anterior (en total 5.177.000 euros), aunque no perdió la categoría por haberse acogido a la ley concursal. Esta situación motivó un enfrentamiento de la AFE con la Liga (para que se consume el descenso por morosidad es preciso el consentimiento de sindicato y patronal, las dos partes que integran la comisión mixta) al entender que la ley sólo hace referencia a la existencia de la deuda y que se trataba de una artimaña para evitar el cumplimiento de la normativa.